Este es un
tema que desde hace algún tiempo quería abordar. La hibridación despertó mi
interés desde hace algunos años cuando por casualidad cayó en mis manos “La alquimia de la innovación” de Antoni Flores y Alfons Cornella. Sigo
siendo un neófito en materia de hibridación pero gracias al excelente trabajo
del equipo de Infonomía y sobre todo, a la investigación y recopilación de
documentos sobre esta materia desarrollados por Amalio Rey y el equipo de
Emotools, he podido adentrarme en un mundo que se revela fascinante y del que
aflora una fuente abundante de soluciones para los más diversos problemas que
la sociedad enfrenta en los tiempos que corren.
Los beneficios
que la aplicación consciente de una cultura de la hibridación puede traer a una organización son de una obviedad tal que resulta difícil entender el por qué de
su práctica tan limitada o de las frecuentes manifestaciones de resistencia a
su aplicación en muchas organizaciones. Lo cierto es que en un mundo cada día
más global, interdependiente y necesitado de un modelo de desarrollo económico
y social basado en el conocimiento, en el que se potencie la aplicación de lo
mejor de la investigación científica y tecnológica, la hibridación constituye
un requisito sine qua non, porque como señala Alfons Cornella: “El futuro es
combinatorio. El futuro es híbrido”.
¿Qué es hibridación?
Para entender
la relevancia de la anterior aseveración conviene conocer grosso modo la definición de hibridación, la que podríamos resumir
como un proceso de innovación basado en dinámicas participativas y
colaborativas en el que se generan productos y servicios de un elevado valor
para el mercado y la sociedad a partir de una adecuada gestión de la diversidad
en la que se combinan de manera integradora lo mejor de dos o más sectores,
productos, conceptos o áreas del conocimiento ya existentes y entre los cuales
no existe un vínculo muy frecuente. Por demás, una tesis que defienden los
expertos en hibridación descansa en la idea de que mientras más alejados sean
los elementos que estamos conectando más fértil resulta el terreno para obtener
y desarrollar innovaciones disruptivas.
En particular,
el ámbito de la hibridación que más me atrae es el relacionado con la
combinación e integración de sectores, personas y procesos en los que hibridar
se convierte en una suerte de puente reductor de las enormes brechas de
proyección, pensamiento y visión que los separa y en punto de encuentro en el
que la tensión, la desconfianza y el conflicto normalmente existente entre dos
mundos inconexos o extremamente distantes se diluye y se convierte en motor de
soluciones creativas e innovadoras del que ambos mundos sacan jugosos
dividendos en un ejercicio de interacción y negociación que refuerza el
networking y construye alianzas win-win que devienen esenciales para la
sostenibilidad y viabilidad de sus propios procesos.
Pero para que
se entienda mejor la esencia e importancia de la hibridación hemos recopilado
en el siguiente video algunas de las ideas y reflexiones más paradigmáticas que
nos hemos encontrado en nuestros estudios sobre este apasionante tema:
Hibridar para combatir la endogamia en las universidades iberoamericanas
Como se puede
apreciar, la hibridación es un proceso que se nutre de la diversidad, para que
florezca requiere de un ecosistema de innovación abierto, en el que la colaboración
tanto dentro como fuera de los límites de la comunidad universitaria se
produzca con total normalidad. Lamentablemente, ese caldo de cultivo
imprescindible para su desarrollo dista bastante de la realidad que encontramos
en muchas de las universidades iberoamericanas.
Son muchos los
expertos en educación superior que apuntan a la endogamia académica y
científica como uno de los principales lastres de las universidades en
Iberoamérica. Como hemos referido en otras entradas, la región de América
Latina es una de las que exhibe los más bajos índices de movilidad de
estudiantes, profesores e investigadores y no sólo en la dinámica de
intercambio interno entre las instituciones de sus países sino también entre la
región y otras regiones del mundo. Del mismo modo, muchas instituciones
tipifican al modelo de universidades locales en el que prácticamente toda la
plantilla de profesores e investigadores la conforma personal nacional, lo que
también ocurre con sus estudiantes de pregrado y postgrado que en muchas
ocasiones son la principal cantera para la captación de nuevas incorporaciones
en su personal docente y científico.
A esta
situación habría que agregarle la escasa cultura de colaboración con el tejido
empresarial nacional e internacional que reduce aún más el margen de maniobra
de las instituciones. Consecuentemente, podría afirmarse que la endogamia es
una de las principales responsables de los pobres resultados cuando se aborda
la excelencia académica e investigativa de las universidades iberoamericanas o
cuando se analizan comparativamente algunos de los indicadores para evaluar el
desempeño de las llamadas universidades emprendedoras en el que los resultados
en innovación, transferencia de tecnología o vinculación universidad-empresa se
encuentran muy por debajo de las potencialidades que tienen algunas
instituciones de la región porque como se ha demostrado en diferentes estudios
a mayor grado de endogamia más pobres son los resultados académicos y de
investigación de las instituciones.
Tomando en
cuenta esta situación, estamos en condiciones de afirmar que la introducción
consciente y sistemática de un pensamiento hibrido en las instituciones de
educación superior sería esencial para reducir la endogamia y el nivel de
aislamiento de otros actores sociales que se constata en muchas universidades.
Especialmente, considero que hay dos frentes en los que existe un universo
infinito de posibilidades para fomentar la hibridación y que por su importancia
deben constituir prioridades en la estructuración de las estrategias de
desarrollo institucional:
§
La estrategia de internacionalización para impulsar lazos de
cooperación internacional efectiva en todas las actividades sustantivas de la
gestión universitaria con el objetivo de redimensionar internacionalmente la
proyección institucional y,
§
La estrategia de vinculación con el sector empresarial para fomentar
ecosistemas de colaboración que acerque a ambos gremios y que permita generar
un punto de encuentro entre las visiones de académicos y científicos y el
enfoque empresarial con el objetivo de combinar capacidades que desencadenen
proyectos híbridos e innovadores.
Obviamente, estos son procesos que no se desarrollan por generación espontanea, hay que inducirlos y requieren de una predisposición y voluntad institucional para impulsar procesos de importantes transformaciones en el interior de las instituciones, ya que como bien reconocía Antoni Flores:
“la parte más difícil es cómo estructurar
esta amalgama de conocimientos y, sobre todo, este crisol de expertos en
diferentes disciplinas por encima de los celos profesionales y las
desconfianzas mutuas. Reformatear conceptos todavía presentes como los
posicionamientos gremiales o prejuicios nacionales. Desgraciadamente, todavía
existen; no sólo a escala personal y profesional sino entre países, e incluso,
por etnias o continentes”
Por esa razón,
desde que comenzamos a trabajar en el prototipo IN4DES para dinamizar la
internacionalización de la ciencia y la tecnología en las instituciones de
educación superior y centros de investigación de Iberoamérica consideramos que
la hibridación debería constituir uno de los pilares del modelo y,
consecuentemente, desde el diseño de la primera maqueta con las ideas básicas
apostamos por la creación de un equipo híbrido que pueda convertirse en una
especie de catalizador de un pensamiento y una filosofía institucional que
asuma la hibridación como un proceso natural de la organización.
No sería justo
terminar esta entrada sin reconocer que comienzan a manifestarse en
Iberoamérica algunas señales, tanto a nivel gubernamental como institucional
que tienden a reducir la endogamia en las instituciones de educación superior y
que se manifiestan en programas e iniciativas que pueden convertirse en un
punto de inflexión en la búsqueda del paradigma de una universidad emprendedora
que se ajuste a los requerimientos de nuestros tiempos. Sobre algunos de estos
programas e iniciativas y su posible relación con buenas prácticas de
hibridación, innovación e internacionalización trataremos en una próxima
entrada.
Muy interesante y certera tu reflexión.
ResponderEliminarGracias por el artículo.
Saludos.
Angel Alvarez Taladriz
Hola Alberto comparto el enfoque de la propuesta en lo que respecta a la importancia de la vinculación universidad empresa, sociedad, y sin duda la internacionalización. Es la forma de enriquecer la universidad y el país. Sin embargo me parece importante hacer notar que en américa y en particular en el sur que es donde más conozco existen muchas universidades que tienen claro este concepto y que lo implementan activamente. Convirtiéndose en verdaderos motores de su ara de influencia regional. A modo de ejemplo la Universidad Nacional del Litoral en Santa Fe argentina, La Unicapi en Brasil, etc. Te mando un fuerte abrazo muy buena iniciativa.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carlos Alberto, por las menciones.
ResponderEliminarUn buen resumen del tema,
Un abrazo
Muchas gracias Angel por el feedback. Saludos cordiales
ResponderEliminarHola Enrique, mil gracias por tu comentario. Coincido plenamente contigo, tomando eso en cuenta, al final de esta entrada hago referencias a algunas buenas prácticas en instituciones de América Latina que abordaré próximamente. Tal como refieres hay algunos países/ciudades/instituciones en los que se aprecia que los procesos ligados a la internacionalización y la innovación comienzan a ganar fuerza. Creo que sobre todo se aprecia en países cuyas economías han estado en expansión en los últimos años o en ciudades que han logrado articular coherentes políticas de desarrollo económico-social y en las cuales las universidades han sabido jugar un papel relevante en la instrumentación de esas políticas. En mi modesto criterio, pienso que hay algunos casos interesantes en Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Perú, Panamá, Costa Rica y México. De todos modos, estos casos son todavía pocos y la realidad es bien heterogénea porque hay lugares en los que existe conciencia pero no se ha traducido en acciones concretas y otros en los que asimilar estos conceptos es todavía una tarea pendiente. En lo que respecta a la endogamia que es la temática a la cual relacioné esta entrada, creo que constituye un significativo problema, incluso para las mejores instituciones de educación superior de la región. Un fuerte abrazo y una vez más muchas gracias por compartir tu visión.
ResponderEliminarHola Amalio, no hay nada que agradecer, honor a quien honor merece. Un abrazo,
ResponderEliminarMuy interesante y contemporaneo tema. Sin duda marca una tendencia creciente hacia la búsqueda de la excelencia. Seguirè atento a los diferentes aportes y ojalà contribuir con los mios. Gracias
ResponderEliminarHola Carlos Alberto, me parece excelente tu artículo. Creo que es un tema imprescindible. Considero que es un camino por andar. Especialmente por acá por España, aún cuando se diga lo contrario, falta mucho por avanzar. Aprovecho para republicar el artículo a tu nombre en http://sercompetitivos.com
ResponderEliminarMuchas gracias Jesús por el feedback sobre el artículo. Es un tema muy interesante y que creo puede ser un puente para encontrar soluciones viables y sostenibles a muchos problemas que enfrentamos en estos tiempos, tanto en el ámbito académico e investigativo como empresarial. Esa alianza a mi me parece un imperativo y el pensamiento híbrido como instrumento para impulsar la innovación en las organizaciones puede contribuir mucho a esa causa. Gracias también por divulgarlo entre la gran masa de seguidores de tu blog. Un cordial saludo,
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